Esto permite a nuestros clientes:
Decidir si proseguir con la reclamación de forma agresiva o considerar la posibilidad de llegar a un acuerdo.
Desarrollar los argumentos más eficaces para presentar en las negociaciones.
Centrarse en los elementos esenciales de una reclamación, reduciendo el trabajo y los gastos innecesarios.
Reestructurar las reclamaciones para optimizar su impacto, aumentando las posibilidades de éxito y la magnitud de la indemnización final.